María Moreno revela el más persistente de sus intereses intelectuales, políticos, literarios y críticos. Publicados a lo largo de 40 años en revistas y diarios de
circulación y suerte diversa, estos artículos pueden
leerse no solo como «cuadernos de aprendizaje»,
sino como bitácora de un movimiento que se volvió
masivo y como un manifesto insurgente y solidario.
«Escribía animada por lo que iba aprendiendo, relacionando o imaginando que inventaba, sola y exaltada. Porque no recuerdo que supiera quiénes me
leían, a quiénes me dirigía».
Recuperados como corpus, los textos de Moreno
sobre erótica y feminismo van al encuentro de millones de activistas, de militantes, de rebeldes.