Se podría decir que los personajes de estos cuentos; en su mayoría; son ¿gente común¿. Vecinos de un consorcio; compañeras de oficina; dos hermanas ancianas inseparables; un directivo desempleado; un remisero que no ha logrado formar familia¿ Gente con deseos; mezquindades y temores que todos podemos reconocer en nosotros mismos o en los que nos rodean.
Pero el arte de estos cuentos es tan simple como complejo; mirar lo habitual y ordinario un poco más de cerca; correr la mirada ligeramente hacia los costados; para encontrar ahí esa sutil deformidad que abre la puerta a mundos fascinantes; tan personales como extraños; mundos que a veces ni siquiera sospechamos que existen o simplemente nos empeñamos en no ver; y que nos confirman que de cerca nadie es normal.
Después de leer este libro; imposible no ver historias en cada persona que crucemos. Mariana Sández hace literatura y nos la contagia irremediablemente a quienes la leemos.
¿Sigo la vida paso a paso; y en estos agudos cuentos confirmo que; mientras la normalidad es cómica; la anomalía es elegante; sugerente; turbadora: tiende; igual que la hiedra; a leer la realidad como un constante cambio de cuerpo; de textura. Un libro de extraña belleza¿.
Enrique Vila-Matas
¿Porque la escritura es justa y deliciosa; porque una visión del mundo se teje de cuento en cuento; porque hay una rara coherencia entre fantasía y sensibilidad; porque se exploran con arte las tensiones más sutiles entre norma y excepción. Por todo esto es que celebro este libro de Mariana Sández¿.
Eduardo Berti’